"La crueldad consiste en descuajar por la sangre y hasta la sangre de dios, a la contingencia animal de la inconsciente bestialidad humana en todos y cualquier sitio donde se lo encuentre."

Antonin Artaud

jueves, 22 de octubre de 2009

Lima-limon


Entonces no. No tengo ni la más puta idea cuando confirmas y cuando preguntas. Ni cuando insinuás pero fijate que no me interesa.  No tengo ganas de estar exhausto, ni de imaginarnos de viejos sin ganas de volver como las piedras esas que hay en la parque.  Es que en realidad no estoy esperando nada. Debería analizar cada vector que sale de mi pero no hay ninguno. Otra vez me aburro, es complejo, no puedo zafar del aburrimiento. No voy a salir(te) corriendo. 

Si me vieras hablando por teléfono verías todos lo engranajes que juegan en mi para caer simpático. Lo detesto. Detesto mostrame como un hombre alegre, cordial and Charming. Con vos todo lo contrario, te discuto y me gusta.  Digo cosas inapropiadas y hago como que no entiendo nada de chicas, si, es una pésima estrategia para llevarte a la cama. Lo sé. Lo que me lleva a preguntarme ¿Es prioridad para mi eso con vos? Todavía no me contesté eso. No tengo ganas de contestarme eso.

Por otro lado me gusta que me enviden los pibes que me ven de la mano de ella. Pero si estaria con ella, realmente me molestaría esa disyuntiva entre sufrir porque la puedo llegar a perder o porque me da bola y no la merezco . Hace un par de años la merecí. Ella se dio cuenta. Nunca terminé de entender ese episodio:

Un hombre simpático, culto y que no es feo intenta darle un beso a una chica linda, culta y simpática.  La chica no se niega pero no se besan. No es algo que me preocupe ahora.  El problema fue que el chico llego a su casa, después de llorar en la puerta de su casa, y vio a sus padres pelear.

Me gustaría poder ponerme en puntitas de píe y poder ver que sigue más adelante. El otro día vi un poquito. Nos abrazamos pero vos tratabas de mantener la cara lejos evitando un eventual beso. Y yo, en lo profundo, no era muy amigo de las eventualidades. Me asusté, créanme que me asuste como un niñó. Entonces decidí que lo mejor era dejar todo como esta, quedarme sentadito debajo de los limoneros o como decía Machado:

El limonero lánguido suspende
una pálida rama polvorienta
sobre el encanto de la fuente limpia,
y allá en el fondo
sueñan los frutos de oro(…)


(..)Que tú me viste hundir mis manos puras
en el
agua serena,
para alcanzar los
frutos encantados
que hoy en
el fondo de la fuente sueñan(…)

El chico que es simpático, no feo y culto (de clase media) también sabe citar poemas de Machado de memoria. 

No hay comentarios: