"La crueldad consiste en descuajar por la sangre y hasta la sangre de dios, a la contingencia animal de la inconsciente bestialidad humana en todos y cualquier sitio donde se lo encuentre."

Antonin Artaud

sábado, 17 de octubre de 2009

David explicado (explicadisimo)



Del nombre de mujer:

Fue más o menos por el 89, todos felices, la noticia. Entonces vino lo del nombre, había que bautizar. Bautizar se puede ver como la expresión de un deseo en aquello que se lo bautiza, como los barcos que se llaman Esperanza, Poderoso o alguna cosa así. Ambos se pusieron a pensar un nombre. Después de varios intentos fallidos (entre ellos un guerrero Anibal, un tirano Claudio, un pastor Martín, y Cicatriz- que siguiendo la historia seria un gran nombre-) quedó con nombre de mujer (aunque el es hombre).


Apenas él le amalaba el noema:

Nunca entendí mucho eso del meta lenguaje y supongo que (siete meses atrás) fue eso lo que pasó. El metalenguaje nos truncó. Lo recuerdo como algo traumatico, sin duda alguna, yo (que la quería mucho) trataba de amalar el noema, pero ella (que quizá no me quería tanto) no me llevaba a caer en hidromurias. No importa mucho esa cosa puntal. Lo que si importa, es que no me rendía cuentas. Que no me iba a hablar más y que ibamos a seguir practicando (quizá cada uno por su lado, lo cual era- simplemente- debastador)

I'll see you in my dreams:

Lo confieso, más de una vez dormimos juntos pero no de dormir en esa forma que vos pensás. Dormir, así, domiditos. Si mal no me acuerdo vos tenias un quilombo terrible y yo no te iba a solucionar nada. Lo que sí podia hacer era abrazarte y decirte "te entiendo". Si, una escena muy de novelita brazilera pero te juro que pensé que querías eso. I am hoping for a re-arrival of my health. Tampoco te conté que aparte de que mientras dormíamos tenias  el vestido verde y la cabeza en violeta. Si, no te la bancabas. Pobre. No era nadie. Después vienen las llamadas en la puerta de la casa de mi terapeuta y los onanismos desquiciados pero eso es en el texto que sigue.

El hombre berretisimo (o "El Texto Que Sigue"):

El otro día caminaba por Santa Fe y vi muchos vestidos, los cuales supuse te quedarían geniales. Desde uno color agua, uno color carmín, uno azulino, un verde pasto. Entré y le pregunte cuanto costaban. No sé tu tallé. Así que no te lo compré (estaba barato). Después de caminar dos cuadras me di cuenta que no fue porque no se tu talle el motivo porque el que no te lo compré, Sino más bien porque no sos mi novia. EL problema es que cuando llegué a esa conclusión estaba averiguando, en una librería, ese libro que tanto te gusta. Supongo que no puedo luchar contra mis ganas de regalarte cosas. También pensé formas de llamar tu atención pero, dos cuadras después (mientras miraba cds) descubrí que tengo, ya tengo, tu atención. Lamentablemente me pregunte más cosas. Trate de conformar nuestra relación para entender bien de que se trata por suerte ya estaba en la puerta de mi casa con un libro de Liniers en las manos. Me pregunté en que casa estarías vos y haciendo qué?
Me contesté que yo soy un hombre berretísimo. Nada más que eso.

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