"La crueldad consiste en descuajar por la sangre y hasta la sangre de dios, a la contingencia animal de la inconsciente bestialidad humana en todos y cualquier sitio donde se lo encuentre."

Antonin Artaud

jueves, 29 de octubre de 2009

Vertigo



Encontré a una chica parecida a vos, trate de chamullarmela pero me dijo que le gustaba (mucho) crepusculo y esperaba ansiosa ver la segunda parte en cine. Suspire y me di cuenta que no se parecía a vos

jueves, 22 de octubre de 2009

Lima-limon


Entonces no. No tengo ni la más puta idea cuando confirmas y cuando preguntas. Ni cuando insinuás pero fijate que no me interesa.  No tengo ganas de estar exhausto, ni de imaginarnos de viejos sin ganas de volver como las piedras esas que hay en la parque.  Es que en realidad no estoy esperando nada. Debería analizar cada vector que sale de mi pero no hay ninguno. Otra vez me aburro, es complejo, no puedo zafar del aburrimiento. No voy a salir(te) corriendo. 

Si me vieras hablando por teléfono verías todos lo engranajes que juegan en mi para caer simpático. Lo detesto. Detesto mostrame como un hombre alegre, cordial and Charming. Con vos todo lo contrario, te discuto y me gusta.  Digo cosas inapropiadas y hago como que no entiendo nada de chicas, si, es una pésima estrategia para llevarte a la cama. Lo sé. Lo que me lleva a preguntarme ¿Es prioridad para mi eso con vos? Todavía no me contesté eso. No tengo ganas de contestarme eso.

Por otro lado me gusta que me enviden los pibes que me ven de la mano de ella. Pero si estaria con ella, realmente me molestaría esa disyuntiva entre sufrir porque la puedo llegar a perder o porque me da bola y no la merezco . Hace un par de años la merecí. Ella se dio cuenta. Nunca terminé de entender ese episodio:

Un hombre simpático, culto y que no es feo intenta darle un beso a una chica linda, culta y simpática.  La chica no se niega pero no se besan. No es algo que me preocupe ahora.  El problema fue que el chico llego a su casa, después de llorar en la puerta de su casa, y vio a sus padres pelear.

Me gustaría poder ponerme en puntitas de píe y poder ver que sigue más adelante. El otro día vi un poquito. Nos abrazamos pero vos tratabas de mantener la cara lejos evitando un eventual beso. Y yo, en lo profundo, no era muy amigo de las eventualidades. Me asusté, créanme que me asuste como un niñó. Entonces decidí que lo mejor era dejar todo como esta, quedarme sentadito debajo de los limoneros o como decía Machado:

El limonero lánguido suspende
una pálida rama polvorienta
sobre el encanto de la fuente limpia,
y allá en el fondo
sueñan los frutos de oro(…)


(..)Que tú me viste hundir mis manos puras
en el
agua serena,
para alcanzar los
frutos encantados
que hoy en
el fondo de la fuente sueñan(…)

El chico que es simpático, no feo y culto (de clase media) también sabe citar poemas de Machado de memoria. 

miércoles, 21 de octubre de 2009

20 años no es nada

-La idea era ir para Palermo a comer, de ahí paseábamos y te compraba una cartera que vi por ahí

-Esa era tu intención?

-Si, las mujeres no entienden mis intenciones

-Hace 20 años que me di cuenta de eso

-Peor para ellas. Se quedan sin cartera.

-Si, claro. 

martes, 20 de octubre de 2009

Después de ahora.

-Te vas a ir, me vas a dejar y yo como un Pelotudo, voy llorar tu ausencia, voy a extrañar que duermas en mi cama, que me despiertes por la mañana, que te enojes porque quiero hacer la cama y vos queres seguir durmiendo. Te vas a ir y no te va importar porque así va a ser, básicamente porque vos no te mereces mi cariño pero no puedo evitar dártelo. El problema es que cuando te vallas no sabré si te extrañaré o te envidiaré porque vos te fuiste y yo sigo acá, como un pelotudo añorando tu recuerdo.
-Le hablas al perro?
-No, le hablo al planeta al puto planeta de MIERDA

Tallerista


Justo debajo de esta foto, van un montón de explicaciones. Pero no las tengo. Lo que si tengo son las preguntas (no se como contestarlas).

Conocí a Andrea cuanto tenia 15 años. Íbamos juntos a un taller literario, en mi caso para distraer el tiempo, en el de ella porque realmente le gustaba la literatura. Me mostró quien era Cortazar, Tuñon, Eloy Martinez y tantísimos otros escritores argentinos. Andrea (o "Andre" que era como le gustaba que la llamaran), vivía en un edificio en la calle Las Heras y yo, que siempre iba al taller en bici, siempre le decía que la podía llevar en mi bici, que mi casa quedaba cerca de su casa (lo cual era una rotunda mentira), de su casa a mi casa había el doble de distancia que de mi casa al taller, pero estaba dispuesto a pedalear el triple por Andre (o Andrea). Se subía al caño de mi bici y nos aventurábamos a hacer equilibrio por las calles de Palermo, no nos dábamos cuenta lo peligroso que era viajar de esa manera, o quizá sí y eso nos divertía.
Pasamos 2 meses yendo en bicicleta, y mi esfuerzo era tal que llegaba cansado a casa y no quería hacer más nada. A veces nos metíamos en librerías y ella se compraba un libro pero después, cuando le preguntaba si lo había leído, me decía que no lo había leído. No le gustaba mucho leer y la verdad no se porque iba al taller.
A menudo se cruzaba con compañeras de la escuela y siempre, después, me hablaba mal de ellas. Como pueden vivir en un burbuja, me decía, como pueden pensar solo en donde pasaran su vacaciones y no en la pobreza del mundo. Como suele suceder Andrea odiaba a la gente que se le parecía.
Un jueves me invito a su casa, que era de las pocas (según recuerdo) que tenían guardia las 24 horas. Jorge se llamaba el guardia y siempre me decía "negrito" ya que no se acordaba de mi nombre.
Su casa era inmensa, muchas habitaciones, dos baños y una chica que ayudaba en lo que hacerse de la casa, Rosita.
Aquel jueves unos compañeros, de escuela, estaban en su casa y le hablan a Rosita con toda confianza. Rosita me preparas un té decía una chica de rulos (creo que se llamaba Julieta), y Julian le pedía un potecito de helado. Conversamos un rato entre todos y en un momento, alguien, preguntó que pedirían si pudieran pedir lo que sea. Recuerdo que todos contestamos trivialidades (Dinero, riqueza..,) pero Andre (quien quizá tenia eso) pidió algo, que realmente me llamo la atención, un Hipnotizador Personal cuyo labor consistía en dormirla durante los momentos aburridos de la vida: Viajes, esperas en el consultorio, esperas en las obras de teatro, etc.
Recuerdo haberme sorprendido de sobremanera, la cosa es que llegue a sentir por Andre(a) algo tan fuerte que si, en alguna de esas vueltas de la vida, me hubiera pedido que la lleve a Brazil le hubiera dicho "dale, subite a mi bici".
Decidí decirle lo que sentía por ella, que me gustaba, entonces montado a la bici (un dia que ella falto al taller) la fui a buscar a su casa. En la puerta me atendió el guardia, quien me dijo, mientras se llevaba la bombilla del mate a la boca, "Negrito!!! como estas? que haces por acá? buscas a andre no? Se fue, se fue con Julian, la verdad yo hubiera preferido que se valla con vos! pero así es la vida". Lo odie con el alma, pero luego pensé que era mejor enterarme por él (o quizá no) pero con algo tenia que safar mi amargura y esa era la única manera que se me ocurrio. Me monte a la bici y encaré para San Telmo. 
La vi una vez más, el ultimo día de taller literario. Enojado (por Julian) me prometí que no la llevaría a su casa en bici pero no pude estar de acuerdo conmigo mismo. Nos subimos y no podía creer que era la ultima vez que nos veríamos, el olor a shampoo de su cabeza me encegueció y para desviar el olor y concentrarme en mantener el equilibro trate de hablarle
-Es buena la idea del Hipnotizador Personal, por ejemplo ahora te dormiría hasta que lleguemos a tu casa. Luego te despertaría
-Es pésima la idea!!... estar con vos en la bici es buenísimo. SI me durmieras no podría disfrutar de esto.
Llegamos a su casa y yo iba a decirle que me gustaba que podíamos vernos, que quizá lo nuestro era más que un paseo en bici pero yo, enfermo de literatura, prefería la tristeza del perdedor.

sábado, 17 de octubre de 2009

David explicado (explicadisimo)



Del nombre de mujer:

Fue más o menos por el 89, todos felices, la noticia. Entonces vino lo del nombre, había que bautizar. Bautizar se puede ver como la expresión de un deseo en aquello que se lo bautiza, como los barcos que se llaman Esperanza, Poderoso o alguna cosa así. Ambos se pusieron a pensar un nombre. Después de varios intentos fallidos (entre ellos un guerrero Anibal, un tirano Claudio, un pastor Martín, y Cicatriz- que siguiendo la historia seria un gran nombre-) quedó con nombre de mujer (aunque el es hombre).


Apenas él le amalaba el noema:

Nunca entendí mucho eso del meta lenguaje y supongo que (siete meses atrás) fue eso lo que pasó. El metalenguaje nos truncó. Lo recuerdo como algo traumatico, sin duda alguna, yo (que la quería mucho) trataba de amalar el noema, pero ella (que quizá no me quería tanto) no me llevaba a caer en hidromurias. No importa mucho esa cosa puntal. Lo que si importa, es que no me rendía cuentas. Que no me iba a hablar más y que ibamos a seguir practicando (quizá cada uno por su lado, lo cual era- simplemente- debastador)

I'll see you in my dreams:

Lo confieso, más de una vez dormimos juntos pero no de dormir en esa forma que vos pensás. Dormir, así, domiditos. Si mal no me acuerdo vos tenias un quilombo terrible y yo no te iba a solucionar nada. Lo que sí podia hacer era abrazarte y decirte "te entiendo". Si, una escena muy de novelita brazilera pero te juro que pensé que querías eso. I am hoping for a re-arrival of my health. Tampoco te conté que aparte de que mientras dormíamos tenias  el vestido verde y la cabeza en violeta. Si, no te la bancabas. Pobre. No era nadie. Después vienen las llamadas en la puerta de la casa de mi terapeuta y los onanismos desquiciados pero eso es en el texto que sigue.

El hombre berretisimo (o "El Texto Que Sigue"):

El otro día caminaba por Santa Fe y vi muchos vestidos, los cuales supuse te quedarían geniales. Desde uno color agua, uno color carmín, uno azulino, un verde pasto. Entré y le pregunte cuanto costaban. No sé tu tallé. Así que no te lo compré (estaba barato). Después de caminar dos cuadras me di cuenta que no fue porque no se tu talle el motivo porque el que no te lo compré, Sino más bien porque no sos mi novia. EL problema es que cuando llegué a esa conclusión estaba averiguando, en una librería, ese libro que tanto te gusta. Supongo que no puedo luchar contra mis ganas de regalarte cosas. También pensé formas de llamar tu atención pero, dos cuadras después (mientras miraba cds) descubrí que tengo, ya tengo, tu atención. Lamentablemente me pregunte más cosas. Trate de conformar nuestra relación para entender bien de que se trata por suerte ya estaba en la puerta de mi casa con un libro de Liniers en las manos. Me pregunté en que casa estarías vos y haciendo qué?
Me contesté que yo soy un hombre berretísimo. Nada más que eso.

domingo, 11 de octubre de 2009

Preocupaciones de un David antifamilia.

Me lavé las manos cinco o nueve veces, no aguantaba el olor que tenia pero el olor seguía ahí. Luego pensé que era mi nariz, me bañé. El olor se fue pero me seguía resonando la frase "¿pero no era esto lo que querías?"

Niños y peces se quemaban la concienciá. Salí a fumarme un cigarrillo a la puerta. Por qué me llamo Brandy? Me gustaría llamarme Sergio, Luciano, Andres, Pablo o Jonatán (en el peor de los casos podría llamarme Alan). Me extrañe como Pablo, por suerte el olor de mis manos (o mi nariz) se fue. Mientras fumaba recordé esa vuelta, cuando me llamaba Pablo, y mi ex me daba besos cortitos antes que llegué el tren que se la llevaba. Un tipo que pasaba y me vio fumando me pidió un cigarrillo, después de dárselo pensé en lo lindo que seria llamarse como él (aunque no sepa su nombre).

Odraek es un lindo nombre. Por lo menos me gusta mucho la idea. El  Odraek siempre es otro. Extrañe tu linda boquita y marrones claros sus ojos. 

En el meeting entre el cigarrillo y mi boca, la panza se me hincho. Por un momento pensé que era cólera. Es extraño, no sé si nuestra certidumbre radica en el amor o en la comodidad. Con la panza hinchada, no podía plantearme eso. 

-Tan solo estas?-

No sé si es la soledad, me gusta pensar que yo solo quería sus poemas. Fantaseé con la idea de que bajes de un taxi (que justo pasara por corrientes) que me preguntes que me paso, que llueva estrepitosamente y que no sepa a contestarte, llorar, abrazarte y decirte "la cagé, la re cagé, me cagé a mi, y me cage a mi con vos" pero sabia que me ibas a decir "nunca utilizaré el prefijo "Nos" con vos" por suerte (por suerte?) nunca bajaste del taxi, no me viste hecho una mierda ni me pegaste cachetadas. La realidad no tiene porque hacerme estas cosas, simultáneamente, intente autoconvencerme de que lo que había vivido fue una fugaz pesadilla. . Al fin y al cabo, yo ya estaba acostumbrado al dolor, a todo tipo de padecimientos físicos. Yo ya me había roto muchos huesos, y mi infancia estuvo marcada por unos cólicos atroces. Y ni qué decir de mi adolescencia y esa otitis que, año tras año, me ocasionaba tremendos dolores en el oído derecho, no bien terminaba el verano. Si supieras cómo me habría gustado pertenecer a una de esas tribus aborígenes en que, mientras las mujeres dan a luz, los hombres braman de dolor en una hamaca colgada entre dos árboles, en plena jungla.

Si, si, yo me tuve que llamar Brandy desde el principio.

sábado, 10 de octubre de 2009

Me acuesto a dormir, sonrío y me doy cuenta que me importa mucho más verte vibrar, así, que descifrarte. 

viernes, 9 de octubre de 2009



A penas uno abre la puerta puede ver una cama de roble la cual esta es celeste, no por el roble, sino por las acolchado que la cubre. En frente de la cama esta el escritorio, donde hay un cuadro con un chiste de Tute, al lado del cuadro hay una  pc la cual tiene con una pantalla negra. Arriba de la Pc hay fotografiás enmarcadas de Man ray, Philippe Halsman, Elliot Erwit y de Richard Avedon. Al lado de las fotos enmarcadas esta la biblioteca, la cual se compone de trece divisiones, cinco a la derecha, tres al medio y otras cinco a la izquierda. En el primer compartimiento de la derecha hay al rededor de 40 libros (desde Truman Capaote hasta Paul auster). En el compartimiento inferior hay al rededor de 50 libros donde está Cortazar, justo al lado de Bukowski que esta al lado de Nietzsche. En el compartimiento inferior a este, hay alrededor de 29 libros, esta Cervantes acompañado de Freud. Luego estan los compartimientos del centro donde, en el primero, hay una foto de cuando mi hermana tenia 5 años esta sonriente y con el guardapolvo a acuadrille azul del jardin frente a ella hay un maniquí para dibujar, el cual fue bautizado como Super yo  .En el compartimiento inferior esta el equipo de música. Los cinco compartimientos de la derecha tienen cosas variadas, desde el "Todo Mafalda", apuntes de la facultad, Cds de Franz Ferdinand, Led Zeppelin, peliculas de Almodovar, Jarmush, Lars Von Tier hasta el router azul. Frente a la biblioteca hay un espejo que lleva a pensar que la biblioteca es más grande, el espejo debe medir un metro por cincuenta. Abajo del espejo esta la guitarra y dos puf (uno azul y otro verde). En la esquina restante esta el armario (donde hay, normalmente, ropa). Lo curioso  es el chico que esta sentado en medio del cuarto, esta con un libro de la Pizarnik abierto y un cigarrillo en la mano. De fondo se escucha ese tema de Spinetta que dice "Dime nena, ¿Adonde ves algo en mi que no detestes? Qué solo y triste voy a estar en este cementerio. Qué calor hará sin vos en este verano" el pibe suspira y se le apaga el cigarrillo. Eso es todo lo que hoy, puedo ver (desde aquí).


Mi buzo, verde, por tu culpa huele a veces huele a humedad y a veces a Calvin Klein.


No sé porque pija el Itunes me pone el Cd Odelay de beck dos veces y tengo que eliminarlo una ves. Siempre eh!

miércoles, 7 de octubre de 2009


Me gusta jugar a ese juego de las miradas (aunque siempre pierda); vos me miras, yo hago como que puedo mirarte. Me conozco los bastones y los triángulos de tu iris y tu pupila. También me gusta subir corriendo las escaleras que me llevan a casa aunque no me conozca los bastones y triángulos de la escalera, me gusta no saber que haces cuando no lo haces conmigo y, por ultimo, me gusta acostarme pensando que todo será distinto (aunque no tenga ninguna prueba de eso). Cuando duermo me digo, me recuerdo, eso que me dijeron "uno solo conserva lo que no amarra" y me río porque sin tenerte, te tengo.

lunes, 5 de octubre de 2009

Para que veas que te quiero


Miré en su biblioteca y ahí estaba. Se lo tome prestado, busqué una parte del libro que me encantaba, la encontré y empecé a leer en voz alta. Le explique que solo bastaba con cambiar la palabra "cuarto" por "Julia" y entendería aquello que me hace sentir. 
-Le gustaba irse de cuarto en cuarto, como en una galería de espejos paralelos, hasta que Prudencio Aguilar le tocaba el hombro. Entonces regresaba de cuarto en cuarto, despertando hacia atrás, recorriendo el camino inverso y encontraba a Prudencio Aguilar en el cuarto de la realidad. Pero una noche, dos semanas después de que lo llevaron a la cama, Prudencio Aguilar le tocó el hombro en un cuarto intermedio, y él se quedo allí para siempre, creyendo que era el cuarto real
Ella me miro y no sabia a que venia todo esto de leerle ese fragmento del libro.
-Es una escena muy linda- Dijo
-A mi me pareció reveladora, la idea que un objeto confirme que lo que estamos sintiendo/siendo es real, es simplemente magnifica. Viste que cuando uno sueña no hace falta un objeto que confirme que lo que sentimos es real?. Somos nosotros mismo los que lo confirmamos- La miré y me di cuenta que la aburría, que no entendía nada de lo que le decía y que tampoco tenia ganas de entender. -Bueno, me voy.- Agregué. Y me puse el saco para irme de vuelta a casa
-Cuando salgas de acá iras a la sala, de la sala al pasillo, del pasillo a la calle, de la calle al hall de tu casa, del hall a tu pasillo, de tu pasillo a tu cuarto. No existen cuartos finales, son todos cuartos intermedios- Le sonreí, ella me toco el hombro. La miré y como si hubiera estado esperando ese momento toda mi vida le dije:
-Si este es un cuarto intermedio, no debieras tocarme el hombro. Vas a hacerme creer que este es un cuarto real

Estoy tratando de no morder las lapiceras, aunque me gusta su textura y fingir(me)  que el tiempo pasa más rápido cuando realizo este acto sin sentido. Morder, morderte tiempo.


O quizá solo sea la pulsión oral que me quiere salir 

domingo, 4 de octubre de 2009


Todos nos enfrentamos en nuestras vidas con decisiones agonizantes, elecciones morales. Algunas son a gran escala. La mayoría de las elecciones son inferiores, pero nos definimos según las acciones que hacemos. De hecho somos la suma de nuestras elecciones. Los eventos se desarrollan tan impredeciblemente, tan injustamente. La alegría humana no parece haber sido incluida en el diseño de la creación, solo nosotros con nuestra capacidad para amar le damos sentido al universo indiferente. Y sin embargo, la mayoría de los seres humanos parecen tener la habilidad de seguir intentándolo e incluso encontrar placer en las cosas simples como su familia, su trabajo y en la esperanza que las próximas generaciones quizá entiendan algo más.

Preferiblemente pequeño

Nacer, crecer, reproducirse, escuchar un tema de Abba, ver el culo de Melina Pitra en Tinelli, escribir un libro, estar a favor o encontrá del campo, ver una peli de Ben stiller, bailar la macarena y morir...
La vida se nos presenta con ciertos puntos imprescindibles cosas que (querramos o no) las hacemos o las hicimos alguna ves. Ahora, también, dentro de esas cosas esta "el implante mamario" cada ves es más común conocer a alguien que se alla operado alguna parte de su cuerpo: La nariz, la boca, los senos, la cola, las patas de gallo y una lista (quiza interminable) de cosas. Es tan común, que... ahora uno va una noche a divertirse a un boliche y... termina con un implantes de pechos que llevan a tus pobres 8cm a un 110 fulminante y (como todos sabemos).. nadie esta conforme con lo que tiene. Es así que una ves, en el parque San Martin, una chica me confeso que ella quería sacarse busto. Alegó que eran molestos, que todos los hombres se le acercaban por sus pechos.. y no por que les prestaran, real, atención a ella y a su forma de ser (creo que dijo algo así, la verda no me acuero). 

El tiempo pasó y pude comprobar, empíricamente, a que se refería con eso de... "mis pechos son molestos". Entre las cosas que no podía hacer estaban:

-Atarse, con facilidad, los cordones de las zapatillas
-Entablar una conversación (y que los hombres le presten total atención) sin que, en un momento, los ojos del interlocutor se desvíen.
-Al correr el colectivo no le alcanzaban las manos para agarrar las monedas, la cartera y las dos tetas al mismo tiempo.
-Aquel día que fuimos a comprar ropa, el saco turquesa no le cerraba y cuando lo hacia los botones parecían querer salir, precipitadamente, volando.
-Al pasar por una obra en construcción los .... ¿alagos? no se hacían esperar y tenia que soportar escandalosos "mamita!" o "te chupo todo hasta navidad"
-Los brazos no me eran bastos para abrazarla

El tiempo paso y nuestra relación fue llegando a su fin. No me sentí ni afectado ni conmocionado. Pero lo que realmente me llamo la atención es verla, aquella ves cuando le poníamos punto final a nuestra relación, sacarse atrevidamente el saco poniendo cara desoladora y provocadora al mismo tiempo. 
Si habíamos terminado y yo no me sentía afectado. Es más, aquel día, mientras regresaba a mi casa saque el celular lo encendí con todo el volumen el mp3 y, con una sonrisa cómplice conmigo mismo.


Me cuesta discernir si este libro me gustó por lo que dice, por como esta escrito, por como están puesto los ensayos  o porque casas tiene el don de la "invisibilidad" hasta que un día lo necesité y se me volvió visible

A mi me gustaba su moñito

-Baudelaire tenia cara de enojado en las fotos no?
-Baudelaire estaba enojado! Es cuestión de leer Las Flores del Mal para darte cuenta.
-Pero de qué estaba enojado?
Giré mi cabeza 360 grados y le contesté
-No te parece suficiente motivo para estar enojado?


Pensé lo mismo, te lo juro. Pero me di cuenta que no funciona. Que se yo